Del Agave además se producen
muchas bebidas: el Pulque, el Mezcal y
el Tequila.
El TEQUILA toma
el nombre de la ciudad mexicana de Tequila dónde se destiló por primera vez. Desde
1974 se ha reconocido oficialmente la originalidad del Tequila a nivel
internacional, pero sólo para el producido en las regiones de Jalisco, Nayarit,
Michoacán y Guanajuato de México, que tiene que contener al menos el 51% de
destilado de Agave y tiene que ser producido exclusivamente
por el Agave Tequilana Weber variedad Azul.
El Destilado
de Agave “Real de Amotzongo” y “Malancón” son producidos bajo esta premisa, con
la salve de que a diferencia de muchos tequilas, los destilados están
hechos 100% de Agave, no sólo del 51%. Para hacer el destilado se sigue el
mismo procedimiento particular que para hacer Tequila. Cuando empieza a crecer
el tallo floral, se corta. La planta reacciona reforzando su crecimiento sobre
todo en la parte central del fuste, hinchándolo y acumulando allí una gran
cantidad de azúcares. Cuando está bien hinchado se corta la planta por la raíz
y la parte central es reducida a una especie de piña (foto arriba a la derecha)
que pesa de 12 a 45 kg. Para conseguir el tequila se trata la piña en simples
hornos de vapor. Hacen falta 7 kg de pulpa para 1 litro de destilado como
media.
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